lunes, 14 de diciembre de 2009
Ultima mente
Últimamente estaba perdiendo de todo. Un día me levanté y había perdido mi personalidad. La busqué en el arma rio, uno de aquellos trajes me diría quién era. Los probé todos pero no me daban ni la más mínima pista, me sentía más bien como un payaso, quizás era eso, un payaso, pero fue el calzoncillo quien me hizo reír. Busqué en el cajón de las fotografías y allí estaba disfrazado de borracho, disfrazado de boda, disfrazado de cazador, disfrazado de ejecutivo, disfrazado de niño. Pero yo que disfraz era en aquel momento, lo desconocía. Quien era yo sin disfraz? Un vacío. Y nada mejor para llenar un vacío que un disfraz ¿no les parece? Bien, me llamo . ...
Terrorífico verdad? Pues encontré al fin mi disfraz, el problema ahora es que me he perdido a mi mismo. No se preocupen, estoy acostumbrado, siempre voy por ahí perdiendo cosas, el tiempo, la vida, soy un perdedor, esa es mi filosofía. Yo no busco, pierdo. Y en ese proceso me pierdo. Así que dejo lastres, dejo trajes, dejo besos, no poseo ni la nada, peso menos que la brisa, y si escuchas que grito piensa que tu es perro quien ladra con otro rostro, y si ves de frente te verás a ti mismo convertido en lo que ves. No me preguntes como lo sé la existencia me creó no tengo dudas, aunque ella dude de mi. Ahora si me preguntas que hora es te diré que me he comido el tiempo y si me preguntas a donde voy te diré que el espacio es curvo como tu culo que tiene pinta de cerebro aunque no tan arrugado por eso se esconde. No me engañes tomas tanto dulce que la vida te es amarga? Déjalo, suelta lastres, deja de ser, ves tu tumba no llega ni a dos metros, y tu corriendo por llegar a tu cita. Deja caer, tu falda, tus bragas, yo no tengo lastres pero si a mi te amarras flotaremos los dos en la incertidumbre, oyes el murmullo del arroyo? Que prisa por llegar al mar, por muy salada que sea.